Council of Elders
International Women’s Day
Declaración del Consejo de Obispas y Obispos
Día Internacional de la Mujer
Divinity cries out against feminicides, against sexual abuse, against harassment, against low wages, against the lack of representation in the decision-making structures for women (cis and trans) in all parts of the world. We know that Holy Ruah, Sofia, moves in the midst of thousands of women and men who will cry out for justice on March 8. That same force will accompany Mexican women who will be on strike on March 9 to dramatize what the world is like without women. With each of them we join. And we commit ourselves to continue praying for you, and to place our bodies on the line through prophetic denunciation and pastoral care during all this much-needed social transformation. We commit ourselves to continue reviewing our own ecclesiastical structures to ensure diversity, respect and dignity for each of our members. We recognize that defeating patriarchy requires a great paradigm shift and that much of what we do and take for granted must be changed. It will not be easy but we trust that the divinity of many paths and many names will lead us to a new horizon.
Una vez más se acerca el 8 marzo, Día Internacional de la Mujer, lo observaremos con una mezcla de alegría por los avances en los derechos de las mujeres (cis y trans) y a la misma vez con una gran preocupación por el aumento de la violencia hacia las mujeres (cis y trans) en casi todas partes del mundo. No pasa por alto a este Consejo de Obispos y Obispas, el aumento de los feminicidios, particularmente en América Latina y el Caribe, que según el Informe 2020 de Amnistía Internacional, es una de las regiones más violentas del mundo para las poblaciones vulnerables en general y para las mujeres en particular. Hoy alzamos nuestras voces para acompañar con nuestras oraciones y nuestros cuerpos a todas las mujeres del mundo.
La divinidad clama contra los feminicidios, contra el abuso sexual, contra el hostigamiento, contra los bajos salarios, contra la falta de representación en las estructuras de toma de decisiones de las mujeres (cis y trans) en todas partes de mundo. Sabemos que la Santa Ruah, Sofía, va en medio de miles de mujeres y hombres que clamaran por justicia el 8 de marzo. Y esa misma fuerza acompañará a las mujeres mexicanas que tendrán un paro el 9 de marzo para dramatizar lo que es el mundo sin mujeres. A cada una de ellas nos sumamos. Y nos comprometemos a continuar orando por ustedes, a colocar nuestros cuerpos mediante la denuncia profética y el acompañamiento pastoral durante toda esta transformación social tan necesaria. A su vez nos comprometemos a continuar revisando nuestras propias estructuras eclesiásticas para garantizar la diversidad, el respeto y la dignidad para cada uno de nuestros miembros. Reconocemos que derrotar al patriarcado requiere de un gran cambio de paradigma y que mucho de lo que hacemos y damos por bueno debe ser renovado. No será fácil pero confiamos que la divinidad de los muchos caminos y muchos nombres habrá de guiarnos a un nuevo horizonte.